23 agosto 2007

Las dos caras de la moneda

  • Si pones a una mujer en un pedestal y la proteges de todos los males, eres un cerdo machista.
  • Si te quedas en casa y haces el trabajo del hogar, eres una nenaza.
  • Si trabajas demasiado, no tienes tiempo para ella, y si trabajas poco, eres un vago y un inútil.
  • Si ella tiene un trabajo aburrido y repetitivo con un sueldo bajo, es explotación, si él tiene un trabajo aburrido y repetitivo, debería mover el culo y buscar algo mejor.
  • Si le dices lo guapa que está, es acoso sexual. Si no se lo dices, es la típica indiferencia machista.
  • Si lloras, eres un " rajao", y sino, un imbécil insensible.
  • Si él toma una decisión sin consultarle a ella, es machismo; si ella toma una decisión sin consultarle a él, es que es una mujer liberada.
  • Si él le pide a ella que haga algo que ella no quiere hacer, es dominación; si ella se lo pide a él, es un favor.
  • Si sabes apreciar sus curvas y el encanto de su ropa interior, eres un pervertido; si no te das cuenta de ello, eres un maricón.
  • Si nos gustan las mujeres que se cuidan y se arreglan, somos sexistas; si no nos importan esos detalles, somos poco románticos.
  • Si intentas cuidarte eres un vanidoso, si no, un adán.
  • Si le regalas flores, es que buscas algo; si no se las regalas, se te olvidó su cumpleaños.
  • Si estás orgulloso de tus éxitos, eres un creído; si no lo estás, eres un conformista.
  • Si le pides echar un polvo, no piensas más que en el sexo; pero si estás destrozado después de un mal día en el trabajo, es que no te preocupas de sus necesidades.
  • Si a ella le duele la cabeza es porque está cansada; si te duele a ti, es porque ya no la quieres.
  • Si te apetece hacerlo demasiado a menudo, eres un salido; si no das la talla, es que seguro que hay otra.

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